Nació en 1930 en la ciudad de New York. Su madre, una inmigrante italiana adolescente, lo abandona antes de que cumpla un año de edad. Su padre lo entrega a una casa de acogida, evento que marca el inicio de una niñez que transcurrirá entre orfanatos y hospicios de caridad. Aunque continúa manteniendo contacto con su padre, sus relaciones son particularmente malas, de modo que no resulta extraño que al despuntar de su adolescencia Gregory Corso conozca de cerca la indigencia y esté iniciando una carrera criminal. A los doce años pisa la prisión por primera vez. Luego, a los dieciséis es enviado de nuevo a cumplir una sentencia por robo. Es cuando comienza a interesarse en la lectura de los clásicos y escribe sus primeros textos. En 1950 conoce a Allen Ginsberg en un bar del Greenwich Village y empiezan a influenciarse mutuamente, compartiendo lecturas y temas de escritura.
Durante esta década, Corso vive en Boston, San Francisco y París. Publica sus primeros libros, viaja por México con Ginsberg. Se convierte en una pieza fundamental del movimiento Beat.
Muere en 2001, luego de varias décadas de intensa actividad poética.
Una vez declaró a Contemporary Authors: "Siento que en el futuro muchos muchísimos poetas florecerán -el espíritu poético se desperdigará y alcanzará todo; no se mostrará a sí mismo en palabras -el poema escrito- sino en la existencia del hombre y en los hechos que este llevará a cabo... Un puñado de poetas en cada país del mundo pueden y siempre han podido vivir en el mundo tan bien como en su propio mundo;... y cuando ese género humano se convierta en multitud, cuando todos hayan sido abrazados por el espíritu de la poesía, por un mundo de poetas, no por la palabra escrita sino por los hechos, los pensamientos y la belleza, entonces la sociedad no tendrá más recurso que adecuarse a ellos y a ella misma".
La foto que utilizamos en este post fue tomada por Allen Ginsberg en París. Los poemas que traducimos pertenecen al tomo
Mindfield: New & Selected Poems (Thunder’s Mouth Press, 1989).
Suicidio de Greenwich Village
Brazos
extendidos
manos extendidas
contra el marco de la ventana
Ella mira hacia
abajo
Piensa en Bartok,
Van Gogh
Y en las
caricaturas del New Yorker
Cae
Se la llevan con
un Daily News cubriéndole la cara
Y un comerciante
lanza agua caliente en la acera
De The Vestal Lady On Brattle (1955)
Tengo 25
Con un amor una
locura por Shelley
Chatterton Rimbaud
Chatterton Rimbaud
y mi boca
necesitada de parlotear
se ha ido de oreja a oreja
ODIO A LOS POETAS VIEJOS!
Especialmente a
los poetas viejos que se retractan
que consultan
con otros poetas viejos
que hablan acerca
de su juventud en susurros,
diciendo: —Yo
hice eso entonces
pero eso fue entonces
eso fue entonces—
O callaría a los
viejos
diciéndoles: —Soy
tu amigo
lo que una vez fuiste, a
través de mí
lo serás de nuevo-
Luego durante la
noche en la confianza de sus hogares
arrancaría sus
lenguas-disculpa
y robaría sus poemas.
Hola
Es desastroso
ser un venado herido.
Soy el más
herido, lobos acechan,
y tengo mis
fallas también.
¡Mi carne ha
sido atrapada por el Inevitable Gancho!
Como niño vi
muchas cosas que no quería ser.
¿Soy la persona
que no quería ser?
¿Esa persona
que-habla-sola?
¿Esa persona que
es-la-burla-de-los-vecinos?
¿Soy el que se
duerme en los escalones de los museos?
¿Llevo la ropa de un hombre que ha fallado?
¿Llevo la ropa de un hombre que ha fallado?
¿Soy el
chiflado?
En la grandiosa
serenata de las cosas
¿soy el más anulado de los pasajes?
De Gasoline (1958)
Segunda noche en N.Y.C. después de 3 años
Estaba feliz
estaba efervescentemente borracho
La calle estaba
oscura
Saludé con la
mano a un policía joven
Él sonrió
Fui hasta donde
estaba y como una inundación de oro
Le conté todo
acerca de mi juventud en prisión
Sobre cuán
nobles y grandiosos eran los convictos
Y sobre cómo
apenas estaba regresando de Europa
Que no había
sido la mitad de esclarecedora que la prisión
Y él escuchó
atentamente no dije mentiras
Todo era cierto
y humorístico
Él rió
Él rió
Y eso me hizo
tan feliz que dije:
“Absuelve todo,
bésame!”
“No no no no!”
dijo
y se fue apurado.
De Long Live Man (1962)
Dios es un masturbador
Amigos, el sexo
nunca ha sido
más que una
combinación
de cuerpos
haciendo el uno por
el otro
eso que los
satisface
a ellos y a la
evolución
para hacer
bien en deseo
o en
desesperación
o en necesidad
No sirve a otro
propósito
que al amor
y al propósito
de la vida
Sexualistas
son producto del
sexo
Estamos hechos
de sexo
El sexo hizo al
Ejército de Salvación
Somos sexo
No hay nada
oscuro
sobre esta magia
Y esas punzadas
de lujuria
que te ponen
enfermo
Esos impensables
sueños
que te llenan de
duda
—mientras
salvajes alegrías se desprenden
de un espíritu
entusiasta
¡muerde el
polvo! ¡grita!
Gracias a Dios
nuestros pensamientos
excitan tanto
como la carne
Gracias a Dios
existe un lugar
en todo este él
y ella
y él y él
y ella y ella
para un yo y un
yo—
De Elegiac Feelings American (1970)
¡Me encanta!
ResponderEliminarHola y Tengo 25 sobre todo.
Gracias a la traductora
Magnífico, Dayana, magnífico. Gracias por las traducciones. Yo no dejo de leer a Ferlinghetti.
ResponderEliminarAna, Fedosy, de verdad que Corso tiene poemas muy genuinos. Me gusta además porque pertenece a ese mítico grupo de escritores sui generis: mendigos o ladrones. Un poco como John Wieners (al que también hemos traducido para el blog) o el francés Jean Genet.
ResponderEliminarPronto invitaremos a Ferlinghetti.
Gracias por el feedback!