martes, 24 de julio de 2012

Gregory Corso

 
Nació en 1930 en la ciudad de New York. Su madre, una inmigrante italiana adolescente, lo abandona antes de que cumpla un año de edad. Su padre lo entrega a una casa de acogida, evento que marca el inicio de una niñez que transcurrirá entre orfanatos y hospicios de caridad. Aunque continúa manteniendo contacto con su padre, sus relaciones son particularmente malas, de modo que no resulta extraño que al despuntar de su adolescencia Gregory Corso conozca de cerca la indigencia y esté iniciando una carrera criminal. A los doce años pisa la prisión por primera vez. Luego, a los dieciséis es enviado de nuevo a cumplir una sentencia por robo. Es cuando comienza a interesarse en la lectura de los clásicos y escribe sus primeros textos. En 1950 conoce a Allen Ginsberg en un bar del Greenwich Village y empiezan a influenciarse mutuamente, compartiendo lecturas y temas de escritura.
Durante esta década, Corso vive en Boston, San Francisco y París. Publica sus primeros libros, viaja por México con Ginsberg. Se convierte en una pieza fundamental del movimiento Beat.
Muere en 2001, luego de varias décadas de intensa actividad poética.
Una vez declaró a Contemporary Authors: "Siento que en el futuro muchos muchísimos poetas florecerán -el espíritu poético se desperdigará y alcanzará todo; no se mostrará a sí mismo en palabras -el poema escrito- sino en la existencia del hombre y en los hechos que este llevará a cabo... Un puñado de poetas en cada país del mundo pueden y siempre han podido vivir en el mundo tan bien como en su propio mundo;... y cuando ese género humano se convierta en multitud, cuando todos hayan sido abrazados por el espíritu de la poesía, por un mundo de poetas, no por la palabra escrita sino por los hechos, los pensamientos y la belleza, entonces la sociedad no tendrá más recurso que adecuarse a ellos y a ella misma".
La foto que utilizamos en este post fue tomada por Allen Ginsberg en París. Los poemas que traducimos pertenecen al tomo Mindfield: New & Selected Poems (Thunder’s Mouth Press, 1989).




Suicidio de Greenwich Village

Brazos extendidos
manos extendidas contra el marco de la ventana
Ella mira hacia abajo
Piensa en Bartok, Van Gogh
Y en las caricaturas del New Yorker
Cae

Se la llevan con un Daily News cubriéndole la cara
Y un comerciante lanza agua caliente en la acera


De The Vestal Lady On Brattle (1955)




Tengo 25

Con un amor una locura por Shelley
Chatterton       Rimbaud
y mi boca necesitada de parlotear
                se ha ido de oreja a oreja
         ODIO A LOS POETAS VIEJOS!
Especialmente a los poetas viejos que se retractan
que consultan con otros poetas viejos
que hablan acerca de su juventud en susurros,
diciendo: —Yo hice eso entonces
                pero eso fue entonces
                eso fue entonces—
O callaría a los viejos
diciéndoles: —Soy tu amigo
                    lo que una vez fuiste, a través de mí
                    lo serás de nuevo-
Luego durante la noche en la confianza de sus hogares
arrancaría sus lenguas-disculpa
                y robaría sus poemas.




Hola

Es desastroso ser un venado herido.
Soy el más herido, lobos acechan,
y tengo mis fallas también.
¡Mi carne ha sido atrapada por el Inevitable Gancho!
Como niño vi muchas cosas que no quería ser.
¿Soy la persona que no quería ser?
¿Esa persona que-habla-sola?
¿Esa persona que es-la-burla-de-los-vecinos?
¿Soy el que se duerme en los escalones de los museos?
¿Llevo la ropa de un hombre que ha fallado?
¿Soy el chiflado?
En la grandiosa serenata de las cosas
    ¿soy el más anulado de los pasajes?


De Gasoline (1958)




Segunda noche en N.Y.C. después de 3 años

Estaba feliz estaba efervescentemente borracho
La calle estaba oscura
Saludé con la mano a un policía joven
Él sonrió
Fui hasta donde estaba y como una inundación de oro
Le conté todo acerca de mi juventud en prisión
Sobre cuán nobles y grandiosos eran los convictos
Y sobre cómo apenas estaba regresando de Europa
Que no había sido la mitad de esclarecedora que la prisión
Y él escuchó atentamente no dije mentiras
Todo era cierto y humorístico
Él rió
Él rió
Y eso me hizo tan feliz que dije:
“Absuelve todo, bésame!”
“No no no no!” dijo
          y se fue apurado.


De Long Live Man (1962)




Dios es un masturbador

Amigos, el sexo nunca ha sido
más que una combinación
de cuerpos haciendo el uno por
el otro
eso que los satisface
a ellos y a la evolución
para hacer
bien en deseo
o en desesperación
o en necesidad
No sirve a otro propósito
que al amor
y al propósito de la vida
Sexualistas
son producto del sexo
Estamos hechos de sexo
El sexo hizo al Ejército de Salvación
Somos sexo
No hay nada oscuro
sobre esta magia
Y esas punzadas de lujuria
que te ponen enfermo
Esos impensables sueños
que te llenan de duda
—mientras salvajes alegrías se desprenden
de un espíritu entusiasta
¡muerde el polvo! ¡grita!
Gracias a Dios nuestros pensamientos
excitan tanto como la carne
Gracias a Dios existe un lugar
en todo este él y ella
y él y él
y ella y ella
para un yo y un yo—


De Elegiac Feelings American (1970)


3 comentarios:

  1. ¡Me encanta!
    Hola y Tengo 25 sobre todo.

    Gracias a la traductora

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  2. Magnífico, Dayana, magnífico. Gracias por las traducciones. Yo no dejo de leer a Ferlinghetti.

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  3. Ana, Fedosy, de verdad que Corso tiene poemas muy genuinos. Me gusta además porque pertenece a ese mítico grupo de escritores sui generis: mendigos o ladrones. Un poco como John Wieners (al que también hemos traducido para el blog) o el francés Jean Genet.
    Pronto invitaremos a Ferlinghetti.
    Gracias por el feedback!

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