Nunca he sido muy buena para escoger títulos. Por eso he decidido que todos los posts de este blog lleven como título simplemente el nombre del poeta cuyos poemas me ocupan. Estas traducciones de Wieners que presento a continuación fueron fruto de un trabajo en equipo, el equipo, como pueden imaginar, estuvo conformado por Guillermo Parra y esta servidora.
Ahora la breve ficha biográfica:
John Wieners nace en Milton (Massachusetts) en 1934. Recibe una licenciatura del Boston College en 1954 y se muda a North Carolina para estudiar en el Black Mountain College bajo la tutela de Charles Olson y Robert Duncan. Regresa a Boston en 1956 y edita tres números de una revista literaria titulada Measure. Desde 1958 hasta 1960 reside en San Francisco y juega un papel protagónico en el San Francisco Poetry Renaissance, un grupo de poetas experimentales reunidos bajo la figura de Jack Spicer y Robert Duncan (los poetas de este movimiento escribían desde afuera de la academia y se esforzaban por construir una escena local). En 1965, inicia estudios de maestría en la sede de Buffalo de The State University of New York. En 1970, se radica en Boston, ciudad en la que muere en marzo de 2002. Allí trabaja como actor en algunas obras de teatro, forma parte de cooperativas educativas y comités de acción política. Es recordado como un gran activista del movimiento de liberación gay.
Con significado
Elévense, brillantes mártires
por encima de las multitudes
durante la temporada de la migración
entre la tierra y el cielo.
Elévense brillantes mártires
tumbados en fuego
y oscuridad,
rebasando la luz
directo al parque de la imaginación.
En las elegantes buhardillas de la calle West Newton
o en el barrio de los almacenes de S.F., ven,
volvamos
a la memoria legada
de la avenida Columbus, o la playa
al final de la calle Polk,
en donde estuvo Jack Spicer,
o los apartamentos de Steve Jonas
por toda la ciudad
Desde Beacon Hill a St. Charles,
sin previo aviso sobre cómo llegarían.
La multitud de los mártires,
mirando hacia fuera de
las casas ahora en la avenida Delaware
en la neblina gris
de las redomas, tomando LSD
entonces no soportando
dirigiéndose a pensiones, Berkeley y motocicletas.
Libros de poemas era todo lo que teníamos
para amarrar la frustración
de dejarlos atrás
en las mañanas de Millbrook, en el columpio
con Tambimuttu, ejercitando su plexo solar
durante la conversación. Cada calle
contiene su propio tiempo de
otras décadas, recordadas
después del festival, cuidadosamente
como tantas joyas
para dejar de lado por
la presente ocupación.
Una imprenta junto al Pacífico,
un chalet normando en el este,
bailando la música de Donovan, en pijamas Pucci,
o quizás la prisión, más allá de las llanuras de la imaginación,
con las sesiones nocturnas del sábado en las tumbas, oh sí
elévense mártires brillantes, fuera de los matinés del cine
en Long Island, a tu amor que pasa caminando
bajo el sol. Encima de las multitudes,
viaje relámpago. Y piscinas de los patios traseros
de Arizona o de Pacific Palisades,
en los cañones de L.A.
más los viajes sobre los oceános
e islas, hacia la metrópolis
despatarrada la tierra.
Sí elévense brillantes mártires
fuera de sus tumbas, dígannos
qué hacer, lean sus poemas
bajo la luz de la luna primaveral.
Elévense y rescaten nuestro siglo.
Billie
Él fue como un dios,
saliendo de un sueño eterno
a lo largo del paseo marítimo.
Observó a mi chica,
ella misma un sueño y
ese fue el final de ambos.
Desaparecieron junto al mar
en Revere Beach ya que
no los he visto nunca más.
Si consigues a un par
que corresponda con sus descripciones
por favor avísame. Los necesito
para cargar el peso de mi vida
Los viejos dioses se han ido. Lo que vive
en mi corazón
es su carne
como una herida,
una tumba, una bomba.
1966
Primer poema después del silencio desde acción de gracias
Afuera en el mundo de nuevo, después del claustro
de la universidad,
se siente bien.
Bajo cero, caminando
por la calle principal, mi mano
tan congelada, difícilmente puedo escribir
8 minutos más tarde, montado en un autobús
rumbo al norte, mis pies congelados, mi verga besada
en el baño de hombres
del teatro Shea’s del centro
de Buffalo. Yo soy el poeta de
bares, pizzerías, hombres solitarios y
calles. Yo soy el poeta
que permanece en el frío, mientras los profesores universitarios
pasan conduciendo sus Volkswagens;
bailando en los pórticos, para mantenerme caliente,
desde la niñez.
Yo soy el poeta de la bencedrina, paradas de autobús,
jazz y amantes negros. Yo soy el poeta–
tantas ambulancias pasan, en esta ciudad
los viejos se están muriendo en el frío,
no pueden obtener sus cheques de prestaciones sociales, comidas en descuento.
Yo soy el poeta de los distribuidores de la autopista,
depósitos de ferrocarril y cafeterías 24 horas,
2.
carros estacionados en carreteras de campo,
hojas de otoño, música fumada en habitaciones de hotel.
Yo soy el poeta que permanece en medio
del amante y su esposa.
Yo soy el poeta de tu vida.
de Selected Poems (1986)
Bailes de caridad
Yo obtuve una beca, pero vivía pobremente
comiendo pedazos de pizza.
Más tarde, una carrera lavando lechuga;
pero siempre he sido el mismo.
Es cuestión de adquirir una maestría del tono
Bajo los candelabros de cristal y la champaña
en el tope de una mesa de vidrio.
A la edad de cinco años yo pensaba que Scarlett O’Hara
era un personaje de ficción. No fue sino hasta
La edad de cuarenta y ocho cuando supe que era real.
Ropa vieja y pantuflas y una bufanda
Enrollada alrededor de su cabeza
En un condominio de bajo costo.
Ella empezó a hablarme acerca de mi escritura
Y su vida sexual.
Soy seco por naturaleza y dolorido
Pero sabía que si trabajaba duro eventualmente lo lograría.
[Octubre 2, 1985]
de Cultural Affairs in Boston (1988)